El manejo integrado de malezas (MIM) es una estrategia para el control de las malezas que considera el uso de todas las técnicas de control económicamente disponibles sin depender exclusivamente de alguna de ellas. Es igualmente aplicable a todos los tipos de sistemas agrícolas y se fomenta que los productores lo implementen tanto para los cultivos derivados de la biotecnología moderna como para los cultivos mejorados por métodos convencionales.
Para la implementación de un programa de MIM hay que tener objetivos claros para definir dicho plan correctamente.
En general los primeros objetivos que se plantean son:
- Reducir el número de malezas
- Reducir el banco de semillas de las malezas
Los pasos a seguir en la definición del plan son:
- Revisión de las acciones de control pasadas
- Evaluación de la situación actual de las malezas
- Identificación de las oportunidades de manejo y las tácticas más efectivas para el control
- Combinación de ideas en un esquema de rotación
Los planes de MIM deben ser:
- Flexibles/capaces de responder a las variaciones estacionales
- Basados en una buena comprensión del ciclo de vida y las características de las malezas
- Basados en el conocimiento de la historia del lote (clima, suelo, malezas, controles previos)
- Con objetivos a largo plazo
- Rentables en el mediano y largo plazo